Nanotecnología: El cobre como protagonista

La nanotecnología deslumbró al ingeniero comercial Patricio Jarpa cuando visitó, hace unos cinco años, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por su sigla en inglés). Pensar en este campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala nanométrica -es decir, donde un millón de nanómetros equivalen más o menos a la distancia que hay en un milímetrole hacía pensar en las posibles aplicaciones que esto podía llegar a tener.

Con eso en mente, no dudó en aventurarse a seguir el tema. Ya en Chile, se reunió con Raúl Noguera -también ingeniero comercial-, que estaba en plan de búsqueda de un emprendimiento novedoso. Todavía sin tener un conocimiento profundo sobre el tema, no dudaron en pensar que allí había una oportunidad de negocio, sobre todo en lo referido a nanotecnología metálica, donde Chile tiene ventajas competitivas, por ejemplo, en su rol de principal productor cuprífero del mundo.

Así, se dieron la tarea de investigar y contactar a especialistas en la materia. Sobre todo, la idea era encontrar gente que mostrara interés en participar del desarrollo tecnológico que implicaría trabajar en este nicho en particular. Así fue como, transcurrido un tiempo, crearon Nanotec, compañía dedicada a la investigación, producción y comercialización de nanotecnología aplicada, tanto en procesos como en productos.

El primer paso que dieron fue lograr el desarrollo de las nanopartículas. Algo que escrito parece sencillo, pero que implicó un arduo trabajo, tomando en cuenta que en Chile no existen grandes laboratorios dedicados a esta tarea. “Una cosa es desarrollarlas en un laboratorio, y otra es armar una fábrica que pueda producirlas a escala industrial. Nos dimos cuenta de que esto era lo realmente difícil, y era tal la dificultad, que más nos motivaba a ver cómo podíamos llegar a hacer algo”, describe un entusiasmado Jarpa, también gerente general de la empresa.

Explica que el beneficio de realizar innovaciones con nanopartículas metálicas es que al ser tan pequeñas son mucho más reactivas a otros componentes “y pueden llegar a ser hasta 100 veces más activas que un pedazo de metal puro de cobre, que además es tremendamente caro”, asegura.

Tras dos años y medio de desarrollo tecnológico en conjunto con algunas universidades chilenas y centros extranjeros, lograron obtener nanopartículas de cobre, oro y plata. Luego de ello se enfrentaron al problema de qué hacer con ellas. En ese momento tomaron la decisión de explotarlas y trabajar con nanotecnología aplicada, cosa que ellos no habían hecho hasta ese momento. Para ello tuvieron que aprender de las propiedades de la materia prima y mostrar a distintas empresas lo que se podía hacer con ella. Otra valla en el camino.

Áreas de trabajo

Jarpa y su equipo cuentan que las nanopartículas metálicas aportan en tres grandes campos. El primero es la conductividad que tienen algunos metales como la plata y el cobre. Su velocidad de transmisión y resistencia son muy superiores comparadas con las de un cable tradicional, por lo que aplicar nanopartículas de estos metales a algunos aparatos podría hacer que fueran más livianos y sustentables. “La nanotecnología puede hacer mucho más pequeños los alambres, y al ser nanopartículas - más pequeñas y reactivas-, hace que la conductividad sea más rápida, y los circuitos más pequeños”, describe Jarpa.

El segundo campo es el de los catalizadores, donde se pueden desarrollar productos para manejar gases o superfiltros, con la consiguiente contribución al medioambiente. Mientras que el tercer campo se basa en las propiedades biocidas del cobre, con las que se puede conseguir una amplia cantidad de productos antibacterianos, como jabones y hasta textiles.

En la actualidad, Nanotec está desarrollando productos en estas tres áreas: sandalias, textiles, productos de aseo como esponjas, o de cuidado personal, como cremas y un gel antibacteriano. “El gel es un producto sumamente interesante porque el cobre tiene la capacidad de reemplazar al alcohol y así no se resecan las manos, ni las irrita”, cuenta Jarpa.

En paralelo, trabajan otro desarrollo utilizando también la propiedad antibacteriana. Con una empresa que fabrica vehículos de emergencia, están incorporando nanopartículas de cobre a las paredes interiores de las ambulancias para que mantengan su espacio sin patógenos. “Las ambulancias muchas veces actúan como sala de espera por el colapso de algunos centros médicos, por lo que tener una constante eliminación de bacterias sería un beneficio tanto para los pacientes como para los médicos que están en ella”, explica. Además, estas ambulancias contarán con el gel desinfectante que desarrollaron.

Ventajas y desafíos

En Nanotec insisten en que Chile tiene una gran ventaja en nanotecnología. Primero, por la cantidad de cobre y minerales que explota -donde se puede generar una cantidad infinita de nuevos usos-, y segundo, por su diversidad. “Chile es uno de los pocos países en el mundo que tienen tanta diversidad en términos de flora y fauna, y si uno la trabaja en nanoescala, seguramente vamos a encontrar un montón de aplicaciones que pueden llegar a ser innovaciones importantes”, asegura Jarpa.

Por otro lado, dice que lo más complicado de estos años ha sido explicar que hay productos made in Chile que son buenos y de buena calidad. “El principal desafío ha sido levantar la mano y decir: ‘Oye, en Chile ya está esta tecnología, la estamos desarrollando hace tres años y tenemos varios casos exitosos que ya han funcionado’”, remata.

El otro campo de acción

Además de los productos desarrollados hasta ahora, Nanotec está indagando en un área distinta y un poco más compleja, que requerirá todavía más tiempo y trabajo. Se trata de los fármacos, campo en el que pueden llegar a contribuir con tratamientos para enfermedades como el cáncer o el alzhéimer, pues el tamaño nanométrico presenta ventajas en la administración de los medicamentos. “Éstos son procesos mucho más lentos, que requieren mucho más tiempo, además de profesionales expertos, desde médicos a bioquímicos”, describe Patricio Jarpa.

El ejecutivo afirma que es en esta área donde se podrá ver un impacto generalizado, donde habrá una contribución significativa para el hombre. “Todos estos productos son buenos ejemplos de innovación. Pero sin duda, yo creo que, a futuro, donde va a haber un gran impacto será en los fármacos”. Por ahora, tienen la intención de establecer alianzas con algunos centros médicos y universidades para descubrir cómo hacerlo, y comenzar a desarrollar medicamentos que puedan ser de beneficio global. Pero definitivamente es un proyecto a largo plazo.