El diseño importa

El evento MiPyMe Diseña realizado el 24 y 25 de julio pasados en la sede sur de Inacap –con la presencia de destacados expositores internacionales y muchos microempresarios-, confirmó la irrupción de un nuevo y crucial componente entre los requisitos de competitividad para las empresas de menor tamaño: el diseño.

Desde Argentina, Nueva Zelanda, Brasil, Italia, Corea del Sur, México y España y, por cierto, desde varios casos de micro y pequeños productores y fabricantes chilenos, los mensajes a favor de una alta prioridad al diseño para ganar competitividad fueron contundentes. Tales mensajes no eran teoría ni reflejaban esfuerzos todavía sin resultados. Por el contrario, estaban basados en exitosas experiencias sistemáticas de diseño a través de los años.

El diseño importa, y mucho. Además de posibilitar una posición expectante en el mercado, la utilidad, funcionalidad y presentación de un producto, en breve, el diseño, dice mucho sobre la calidad y prolijidad de los procesos de producción. Transmite por tanto el foco en la innovación de la empresa fabricante de un determinado producto o línea de productos. Otorga confiabilidad a intermediarios y usuarios finales. Tales factores son muchas veces la principal piedra de tope de las micro y pequeñas empresas para instalarse con sustentabilidad en los mercados. Es decir, representan un serio obstáculo a la competitividad de las unidades productivas de menor tamaño.

Talento de diseño hay de sobras en Chile, queda evidenciado por la sana proliferación de escuelas y centros especializados, por las distinciones en diferentes certámenes y por casos concretos de diseño de producto exitosos. La oferta está, entonces. ¿Y está la demanda? No todavía en la magnitud necesaria, porque el tema "conciencia de diseño" radica justamente aquí, en la demanda o no de más y mejor diseño. El esfuerzo que viene ahora es incorporar el tema diseño dentro de los factores clave de la competitividad de la micro y pequeña empresa, acompañado a aspectos como innovación, asociatividad, y acceso a mercados.

La dimensión del desafío del diseño no debe subvalorarse. Podemos decirlo así: sin diseño, todos los esfuerzos y resultados de la innovación corren el riesgo de desplomarse. Y, lamentablemente, con ello comenzaría a esfumarse la competitividad misma de las micro y pequeñas empresas de nuestro país. Es un riesgo que no se puede correr y que por cierto no lo corrieron países como Italia, Corea del Sur, Nueva Zelanda o Brasil, hoy en día convertidos en estandartes de la competitividad global vía diseño.

La gran convocatoria de MiPyMe Diseña, la calidad y pertinencia de temas y expositores, el interés de los concurrentes por las conferencias y talleres, redoblan las alarmas por relevar el tema del diseño a posiciones de preponderancia en las agendas de trabajo a todo nivel, particularmente en el ámbito de las empresas de menor tamaño. Es necesario capitalizar ésta y otras experiencias de intercambio sobre el tema.

Tuvimos un gran evento y aprendimos mucho sobre un aspecto crucial de la competitividad. Ahora corresponde recoger el mensaje: más y mejor diseño para las micro y pequeñas empresas

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