La fórmula del éxito

Estoy consiente que no existe una única y milagrosa fórmula del éxito pero a continuación, brevemente, explicaré mi personal fórmula, tomada, en gran parte, de Anthony Robbins, autor norteamericano experto en cambios de conducta.

Mi fórmula consta de tres simples pasos que se puede aplicar a grandes, medianas y pequeñas metas.

1.- Primer paso: Tener claridad en el objetivo

El primer paso es saber que es lo que uno quiere. La pregunta pareciera fácil pero es bastante más engañosa de lo que parece. Detenerse el tiempo necesario para fijar los objetivos y las acciones a seguir es vital. Además la meta debe ser precisa y debe analizar cuáles serán las acciones, positivas y negativas, que debe tomar.
Por ejemplo, si su objetivo es bajar de peso no basta con decir: quiero bajar de peso. NO. Uno debe fijar con mucha claridad que es lo que quiere. EJ: quiero bajar 5 kilos en 45 días meses, reduciendo 6 centímetros de cintura. Para X días estaré pesando X kilos y usando pantalones talla X.

2.- Segundo Paso: Realizar acciones concretas

Saber lo que uno quiere no produce resultados. Información es solo potencial poder. Si uno no realiza acciones concretas en post del objetivo sólo será una linda idea.

¿Qué acciones concretas realizar?

Fijar pequeñas pero realistas metas. La idea es avanzar lentamente pero avanzar.

Si Ud. quiere bajar de peso y dice que de ahora en adelante va a ir todos los días a un gimnasio, comerá sólo verduras, no comerá más pan ni tomara más alcohol, por concreta que sean las acciones, admítalo, difícilmente bajará de peso. Lo más probable es que el entusiasmo no le dure mucho.

En cambio si Ud. programa metas progresivas y menos drásticas, probablemente, en el largo plazo tendrá mejores resultados. En el ejemplo planteado, para la primera semana fíjese como meta sólo dos veces a la semana ir al gimnasio, luego tres y aumente paulatinamente. En cuanto a la alimentación, igual, no haga cambios bruscos de dieta pero comience a comer mas sano. Recuerde lo importante no es llegar primero sino que saber llegar. Como dice el refrán, abróchate los zapatos lento que quiero correr rápido.

Un buen consejo en este punto es tomar modelos de conducta. El éxito deja huellas. Si Ud. conoce un amigo que le dio resultado trate de seguir su ejemplo. La idea no es reinventar la rueda. Alguien ya ha logrado su meta antes o al menos algo parecido. Trate de aplicar las mismas acciones y probablemente obtendrá iguales resultados.

3.- Tercer paso: Tener una actitud analítica y flexible.

Quizás este sea el paso más importante. Uno constantemente se fija mentas y emprende acciones pero muchas veces no le resultan. Ante el fracaso nuestra primera reacción es sentirse infeliz y volver a los viejos hábitos. Decir por ejemplo, más adelante lo intentaré nuevamente.

En este punto es vital fijar plazos de evaluación. En el ejemplo concreto, pésese y mídase a los 45 días y enfrente los resultados. Si no bajó de peso cambie las acciones. Si no le resultó una dieta pruebe otra. Si no se incentivó en el gimnasio busque otra actividad física. ¿Cuántas veces cambiar? Hasta que logre el objetivo. Sea flexible. Si no le resulta algo pruebe otra cosa.

¿Se ha preguntado cuántas veces se cae un bebé antes de aprender a caminar?

En vez de sentirse mal y recriminarse por no tener fuerza de voluntad pregúntese ¿por qué no pude logra mi meta? ¿Estaba mal fijado mi objetivo? ¿Las acciones fueron poco realistas?

Si Ud. no analiza por qué no le resultaron los dos primeros pasos nunca podrá avanzar.
Equivocarse también es parte del camino.

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